Santiago Nasar, era un joven de aproximadamente 21 años, quien fue asesinado por los hermanos Pablo y Pedro Vicario. Santiago despertó esa mañana muy temprano porque debía ir a recibir al obispo, pues su llegada generaba mucha expectativa en el pueblo.
La noche anterior a su muerte Nasar soñó que cruzaba un bosque inmenso lleno de higuerones el cual le recordaba "el Divino Rostro", nombre de la hacienda que su padre le dejo como única herencia. Al parecer Santiago presentía que algo sucedería y al despertar se encontraba con muchas dudas es por ello que decidió conversar con su mamá.
Plácida Linero su madre relato aquella ultima conversación al narrador, su dolor era grande al igual que su lamento ya que si no hubiese cerrado la puerta de su casa, pensando que su hijo estaba dentro, quizá aun seguiría vivo como ella, o como Angela Vicario quien indico a Nasar como el hombre que la desvirgo.
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